La elevada cantidad de accidentes ha llevado a la industria automotriz a mejorar sus dispositivos de seguridad y a introducir otros nuevos que disminuyan la lesiones y los fallecimientos en accidentes de transito.
El airbag o sistema de seguridad pasivo, comenzo a instalarse en la década del 90.
Se trata de un nuevo dispositivo, ahora ya reconocido mundialmente que, si bien contribuye a la disminución de las lesiones, su uso también puede provocarlas.
Estas eran mayores en sus comienzos, pero disminuyeron gracias a su perfeccionamiento.
Por un lado el airbag reduce entre un 20% y un 30% el riesgo de muerte para el conductor y evita hasta un 30% de muertes por colisiones frontales, pero por otro lado en pruebas de vinificación se evidencia que su uso podría provocar lesiones.