La bicicleta es un medio de transporte con gran capacidad para interactuar con el entorno adaptarse tanto a los ritmos de la ciudad como al de las zonas rurales, de fácil conducción y escaso mantenimiento, pero que comparte las mismas desventajas que los peatones, los ciclomotores y las motocicletas a la hora de protagonizar un siniestro vial.
El conductor permanece expuesto y sin defensa ante una caída, aumentando las posibilidades de sufrir lesiones severas, incapacidades permanentes o incluso perder la vida.
Por lo tanto el compromiso y respeto de las normas de seguridad vial es un compromiso con la vida.